MANILA.- Al menos 50 fallecidos fue el saldo este domingo de la caída de un avión militar que luego se quemó en el Sur de Filipinas, comunicó el Ejercito, tras completar el operativo de rescate y búsqueda en uno de los accidentes aéreos más mortífero del país en desde hacía cuatro décadas.
El teniente general Corleto Vinluan, jefe del Comando de Mindanao Occidental, dijo que entre las víctima mortales hubo 47 militares y 3 civiles, en tanto que otros 49 soldados y 4 civiles están siendo tratados por heridas, conforme a una publicación del portal norteamericano de noticias, CNN.
El Departamento de Defensa Nacional declaró anteriormente que los tres civiles muertos estaban en tierra cuando se produjo el siniestro, a las 11:30 (hora local) cuando el C-130 Hercules, que transportaba tropas desde la ciudad de Cagayán de Oro, intentaba aterrizar en la provincia insular de Joló, según detalló el jefe del Ejército, general Cirilito Sobejana.
""El avión no logró aterrizar en la pista y estaba intentando retomar el control pero no lo consiguió y se estrelló en las cercanías de Barangay Bangkal, en el municipio de Patikul", explicó.
Por su parte, el portavoz de las Fuerzas Armadas, general de división Edgard Arevalo, señaló que la caja negra "todavía no se ha recuperado", pero que además de los testigos presenciales y los datos de la torre de control del aeropuerto de Joló, se investigará toda "información más importante" que pueda derivarse de la caja negra.
A bordo viajaban al menos 96 personas, entre ellos tres pilotos y cinco miembros de la tripulación, en tanto que muchos de los pasajeros habían completado recientemente la formación militar básica y estaban siendo desplegados en la isla como parte de una fuerza de tarea conjunta que lucha contra el terrorismo en la región.
El Lockheed C-130 Hercules siniestrado era uno de los dos aviones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que habían sido entregados a Filipinas como parte de la asistencia militar estadounidense.