SANTO DOMINGO.- En momento en que tanta gente fallecen por causa del covid19, una dominicana decidió simular su muerte, velatorio y entierro para ver cuales serian las reacciones entre sus parientes, amistades y habitantes de dos comunidades, el lugar donde nació y creció y la villa donde actualmente tiene su residencia.
No obstante, conforme a un video compartido en Facebook live y en otras redes sociales, entre los participantes que sabían que se trataba de un simulacro y quienes desconocían que "habia fallecido", las reacciones fueron muy distintas, incluidas las autoridades.
En su casa del poblado Laguna Prieta, en la norteña provincia de Santiago, la segunda mas importante en ese país caribeño, los asistente a la casa donde supuestamente falleció, tuvieron que ser animados por otros participantes para que llorara y se lamentaran como si efectivamente la señora Mayra Alonzo, de 59 años, efectivamente habia fallecido.
No obstante, quienes ignoraban el falso fallecimiento, residentes en la carretera rural entre el poblado Laguna Prieta y la villa Matanzas, en la ciudad de Santiago, sus reacciones fueron verdaderamente de tristeza, dolor y llantos, cuando vieron la carroza fúnebre que se trasladaba de un lugar a otro.
Conforme a participantes, la señora Alonzo tuvo a su cargo la compra del ataúd, que ahora tiene guardado en espera de su real fallecimiento o la de algún pariente, el alquiler del carro fúnebre, el gasto de combustible entre participantes en vehículos propios y el pago a personas para que fingieran que estaban en llantos y lamentaciones.
El simulacro, sin embargo, no fue del todo completo, ya que ninguna funeraria se ofreció para su supuesto velatorio ni tampoco ni tampco en los cementerios cercanos se prestaron para simular el entierro, a fin de evitar problemas con las autoridades.
Temasactualesrd recuerda que entre los dominicanos norteanos este tipo de hechos son frecuentes, porque en las zonas rurales es bastante conocida la historia de un ex narcotraficante que dio un tumbe en Nueva York y volvió al poblado La Isabela, donde hizo lo mismo que la señora Alonzo e incluso, hasta mostró el sepulcro con su fecha de nacimiento para evitar ser asesinado.
Esta historia termina cuando sicarios llegaron a este poblado y al ver un agricultor en su finca le preguntarn si conocia a "fulano" y le respondió que le dijera como podian llegar a su casa, a lo que el agricultor le respndio que había muerto y como los visitantes se lamentaron y decian que era una pesona muy sana, el campesino les dijo que si dudaban de sus palabras que fueran al cementerio del pueblo y lo comprobaran en su sepulcro, lo que hicieron y vieron que efectivamente uno tenia el nombre de fulado y la fecha de su deceso, por lo que volvieron a Nueva York y nunca mas retornaron para asesinarlo.