SANTO DOMINGO.- Alrededor de la mitad de los 3 millones de cerdos existentes actualmente en la República Dominicana serán sacrificados en masas por las autoridades pecuarias, luego de que comprobaron la existencia de la Fiebre Porcina Africana en por lo menos, 11 de las 31 provincias donde los agricultores han estado reportando repentinas muertes de sus animales.
A fin de que los criadores no los escondan para evitar que sus animales sean sacrificados, la estatal Comisión Nacional Porcina anunció que los propietarios serán compensados con el pago a precio de granja de cada animal que les sea arrebatado para sacrificio y entierro colectivo.
Asimismo, para evitar que los productores de cerdos los vendan antes de que les sean arrebatados para sacrificarlos, el gobierno dispuso controles en las granjas porcinas, en carreteras y en otros lugares para evitar que los animales sean trasladados de zonas o sacrificados y vendidos clandestinamente por los criadores.
Entre las provincias dominicanas donde se han detectados brotes de la fiebre porcina figuran La Vega, Sanchez Ramirez, Montecrisi, Dajabon,. Espaillat y San Juan, entre otras, donde las autoridades han tendido un cordón sanitario que evite que el virus se traslade a otras, donde abunda la crianza de cerdos, carne de gran consumo entre los dominicanos.
Tan pronto fue descubierta la enfermedad, las autoridades de República Dominicana notificaron a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) desde este pasado 29 de julio.
Sobre este problema de la peste porcina, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación, FAO, emitió este lunes un alerta a los países de las Américas paa que los gobiernos tomen medidas de prevención ante la reciente detección de la peste porcina africana en naciones latinoamericanas y caribeñas.
Asimismo, la FAO aclaró que la peste porcina africana no representa ningún riesgo a la salud humana, ni por contacto directo con animales infectados, ni por medio del consumo de algún producto de origen porcino.
La FAO llamó a los países a activar y revisar rápidamente sus planes de contingencia o de respuesta de emergencia a la peste porcina africana para prevenir o rápidamente controlar cualquier brote, debido a que existe un gran riesgo de que la enfermedad se disemine progresivamente al resto de la región.