MOSCÚ.- Las autoridades de Rusia tienen planes de incrementar las inversiones en las naciones de América Latina, AL, que confiaron en este país y le compraron la vacuna fabricada contra el coronavirus, especialmente a Bolivia, cuyo presidente entrante, Luis Arce, le pidio ayuda a la nación europea.
La noticia fue divulgada este lunes 1 de marzo por la agencia Reuters, que recuerda que al final del pasado diciembre, Bolivia logró su primer acuerdo importante de vacuna COVID-19, con suficientes inyecciones para aproximadamente el 20% de la población y que las primeras dosis de la Sputnik V la recibieron al final del pasado enero, justo cuando aumentaban los casos de virus.
De su lado, el enviado comercial de Rusia a Bolivia, Iakov Fedorov, dijo que el acuerdo de vacunas "no era tan político" y que el gobierno ruso "siempre estaba predispuesto a apoyar y ayudar" a unir a Bolivia con los comercializadores y fabricantes del Sputnik V..
“Fue una tarea realmente maratónica”, dijo el ministro de Comercio boliviano, Benjamín Blanco, sobre la búsqueda de adquisiciones, pero que la voluntad política de Rusia lo hizo posible y que los fabricantes de vacunas occidentales "nos dijeron a los países en desarrollo que teníamos que esperar hasta junio" sin especificar cuales laboratorios..
No obstante, la agencia de noticias le hizo una entrevista a Sharon Castillo, portavoz de Pfizer, con sede en Estados Unidos, quien sostuvo que Pfizer y BioNTech actualmente han completado acuerdos bilaterales de suministro con ocho países de América Latina, significando que no han abandonado a los latinoamericanos.
Asimismo, según Reuters, a l menos diez países de la región han dicho que han firmado acuerdos para recibir la vacuna de AstraZeneca, que se desarrolla con la Universidad de Oxford del Reino Unido
Se recuerda que debido a que muchas naciones desarrolladas más ricas han firmado grandes acuerdos con grandes farmacéuticas como Pfizer Inc y AstraZeneca PLC, los países de América Latina han enfrentado dificultades para asegurar el suministro adecuado de vacunas.
Reuters precisa que para las autoridades de Rusia, la aceptación en América Latina otorga legitimidad a su vacuna, que se enfrentó al escepticismo inicial y le brinda a Moscú la oportunidad de abrirse camino en la región, que es rica en recursos en un momento en que las vacunas COVID-19 se están convirtiendo en una herramienta para el poder blando.
La apuesta rusa hacia América Latina parece fortalecerse después que los científicos dijeron que tenía casi un 92% de efectividad en su primer estudio revisado por pares, publicado a principios de febrero en la revista internacional The Lancet.
Funcionarios actuales y anteriores de tres países de la región describieron a Reuters los desafíos para negociar con las farmacéuticas multinacionales frente a la facilidad rusa para tratar con los comercializadores del Sputnik V, que van desde el entusiasmo por comprometerse hasta términos contractuales menos onerosos y, en algunos casos, un precio más atractivo.
Ademas de Bolivia, otras naciones que han adquirido la vacuna rusa son Chile, Mexico, Argentina y Peru, entre otros.