BIRMANIA.- Al menos 18 resultaron muertos y decenas heridos entre cientos de manifestantes que protestaban contra el golpe de Estado y la junta militar que gobierna esta nación, cuando este domingo fueron atacados a balazos por soldados de las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra participantes en una protesta enunció la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, ONU, cuyo embajador fue expulsado del pais por pedir ayuda para evitar una guerra fratricida.
"Durante todo el día, en varios lugares del país, la Policía y las fuerzas militares han enfrentado las manifestaciones pacíficas, usando fuerza letal y menos que letal lo que —de acuerdo con la información fiable recibida por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU— ha dejado al menos 18 personas muertas y más de 30 heridos", expresa el organismo de la ONU citado por la agencia de noticias Reuters.
De acuerdo con la información, los agentes dispararon en varias zonas de la ciudad de Rangún, después de que no lograran dispersar a la multitud utilizando granadas de aturdimiento y gas lacrimógeno, así como efectuando disparos al aire..
Las protestas se registraron también en otras ciudades, entre ellas Dawei y Mandalay, donde las fuerzas del orden también efectuaron disparos cuando las barricadas construidas con madera y metal fueron derribadas por los manifestantes en rechazo a los controles para impedirles las manifestaciones.
Se recuerda que la incertidumbre política y social que registra Birmania tuvo su origen cuando al amanecer del primer dia de este febrero, el Ejército de Myanmar anunció haber detenido a los altos funcionarios del país en respuesta a lo que calificó como "fraude" durante las elecciones parlamentarias del pasado 8 de noviembre, en las que la gobernante Liga Nacional por la Democracia (LND) obtuvo 396 escaños de 476.
Ese fue el preludio del golpe miliar que vino a las pocas horas y dese entonces los birmanos han estado realizando extraordinarias protestas nunca antes vista desde la Revolución Azafrán del 2007, que impulsó una transición democrática tras un largo periodo de gobierno militar.
Los manifestantes exigen liberar a los líderes políticos detenidos, entre ellos la consejera de Estado y líder de la LND, Aung San Suu Kyi, y organizan huelgas y una campaña de desobediencia civil que podría terminar en una masacre nacional y que luego los jefes militares sean ajusticiados por la población o capturad y condenados por crímenes de lesa humanidad.
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