sábado, 27 de noviembre de 2021

Robaba dinero y apostaba en juego paga con moneda irreal



VIENA.- Portales de noticias de todo el mundo han divulgado este sábado el insólito hecho de una mujer de Tasmania, en Austria,  que tras ser apresada por el robo de casi 680 mil dólares  se declaró culpable del delito que, alegadamente cometió para alimentar su adicción a un juego de apuestas en línea, donde, aparentemente, ella no sabia que si ganaba le iban a pagar don dinero que ni siquiera es real.

Rachel Naomi Perri se declaró culpable de realizar 475 "transacciones fraudulentas" entre 2016 y 2019, mientras trabajaba como gerente de finanzas en el Hospital Veterinario de la ciudad austriaca.

 Ha sido acusada de "25 cargos de fraude informático y un cargo de fraude" por robar un total aproximado de 680.000 dólares, conforme publican entre otros portales, el  ABC Australia, que tuvo acceso a documentos legales y  el ruso de noticias RT.

La fiscal Simone Wilson dijo a la corte que Perri transfería el dinero de la cuenta bancaria del hospital a una variedad de cuentas, tarjetas de crédito y préstamos personales a su nombre y que no fue hasta el año 2019, tras ser despedida, que "se descubrieron  sus anomalías en las transacciones bancarias".

Al ser interrogada por la policía, Perri reconoció inmediatamente su culpabilidad y reveló que todo el dinero lo había gastado en un juego de apuestas conocido como 'Heart of Vegas' que seguro que no sabia que si ganaba le iban a pagar con dinero no real.

"Es similar a jugar a las tragamonedas y pagas para adquirir monedas o créditos", explicó Wilson, pero subrayó que el crédito comprado "nunca se convirtió en dinero real" y que Perri "no era capaz de explicar por qué estaba jugando ese juego" si ni siquiera le daba ganancias monetarias.

"Me metí en tantos problemas, pero decidí que seguiría hasta que me atraparan", declaró Perri durante el interrogatorio, agrega que que ella sabía que no podía salirse con la suya y que estaba esperando a que la policía llamara a su puerta".

Perri ya tenía un historial de robo y adicción a los juegos de apuestas. En la década de 1990 fue condenada por robar 4.986 dólares en efectivo de su empleador y, en 2015, sacó fraudulentamente una tarjeta de crédito de 21.300 dólares a nombre de su esposo sin que este lo supiera, precisan los portales de noticias.

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