ROMA.- Este domingo de resurrección y en medio de otro cierre casi total en Italia a causa del coronavirus, el papa Francisco, tras pregonar que hoy resuena en todo el mundo el recordatorio de la Iglesia Católica de que "Jesús el crucificado ha resucitado" exhortó a las naciones ricas a esforzarse en el envio de vacunas contra la pandemia a los países pobres y a abandonar la carrera para dotarse de armas de guerra.
Francisco, en el mensaje con motivo de la bendición Urbi et Orbi, insistió en que el anuncio de la Pascua no muestra un espejismo o una fórmula de escape ante la situación que estamos viviendo, publica el portal Vatican News.
“La pandemia todavía está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres; y a pesar de todo —y es escandaloso— los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan. Este es el escándalo de hoy”, manifestó el líder católico.
En tanto, una información de la agencia londinense de noticias, Reuters, informa que para la Iglesia, la pandemia le ha significado que este ha sido el segundo año consecutivo en que los servicios papales de Pascua han sido asistidos por pequeñas reuniones en un altar secundario de la Basílica de San Pedro, en lugar de por multitudes en la iglesia o en la plaza exterior.
Detalla que después de decir la misa, el papa leyó su mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), en el que tradicionalmente repasa los problemas del mundo y hace un llamado a la paz.
Francisco, que normalmente habría dado la dirección a hasta 100.000 personas en la Plaza de San Pedro, habló con menos de 200 en la iglesia mientras el mensaje se transmitía a decenas de millones de personas en todo el mundo, precisa Reuters, agregando que la plaza estuvo vacía a excepción de unos pocos policías que imponían un estricto cierre nacional de tres días.
El Papa pidió a Dios que consuele a los enfermos, a los que han perdido a un ser querido y a los desempleados, e instó a las autoridades a dar a las familias más necesitadas un "sustento digno".
Elogió a los trabajadores médicos, se solidarizó con los jóvenes que no podían asistir a la escuela y dijo que todos estaban llamados a combatir la pandemia.
“¡Todavía hay demasiadas guerras y demasiada violencia en el mundo! Que el Señor, que es nuestra paz, nos ayude a superar la mentalidad de la guerra ”, sostuvo.
Al mencionar las zonas de conflicto, elogió a “los jóvenes de Myanmar comprometidos a apoyar la democracia y hacer que sus voces se escuchen pacíficamente”, pais donde al menos 550 birmanos han muerto en violentas protestas contra el golpe militar del 1 de febrero, país que el Papa visitó en 2017.
Francisco pidió la paz en varias áreas de conflicto en África, incluida la región de Tigray en el norte de Etiopía y la provincia de Cabo Delgado en Mozambique. Dijo que la crisis en Yemen se ha "enfrentado con un silencio ensordecedor y escandaloso".
Asimismo, hizo un llamamiento a israelíes y palestinos a "redescubrir el poder del diálogo" para alcanzar una solución de dos Estados en la que ambos puedan convivir en paz y prosperidad.
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