CANBERRA.- Destacados científicos australianos solicitaron formalmente la liberación de esta madre, a quien han calificado como 'la peor asesina en serie de Australia', argumentando que sus descubrimientos en una investigación genética pueden probar su inocencia y explicar la muerte de sus hijos por causas naturales.
Noventa expertos médicos, incluidos dos premios Nobel tambien se unieron al pedido exigiendo la exculpación de Kathleen Folbigg, encarcelada en 2003 por la muerte de sus hijos Caleb, Patrick, Sarah y Laura, que tenían entre 19 días y 19 meses, por lo que fue condenada a 40 años de prisión, pese a que nunca admitió su culpa, revelan portales británicos y estadounidenses, entre ellos ABC News.
La petición se basa en un estudio que indica que las hijas de Folbigg, Sarah y Laura, tenían una mutación genética: una nueva variante nunca antes reportada en un gen conocido como CALM2, que codifica la calmodulina, una proteína intracelular que se localiza principalmente en el cerebro y el corazón y en que "las mutaciones en este gen son una de las causas más reconocidas de muerte súbita en la infancia y la niñez, tanto en el sueño como en la vigilia".
Además, porque los registros médicos mostraron que los cuatro bebés padecían una serie de afecciones: Caleb tenía laringomalacia (enfermedad que causa ruido respiratorio), Patrick sufría ataques epilépticos y ceguera, mientras que Sarah y Laura padecían infecciones respiratorias y tomaban medicamentos como antibióticos, paracetamol y pseudoefedrina poco antes de morir. En la autopsia también se descubrió que Laura tenía miocarditis.
El resultado de esta investigación robustece el argumento de partidarios de que dicha madre es inocente, que han insistido en que los cargos contra Folbigg están basados solo en la interpretación del tribunal de las anotaciones de su diario personal y en la proposición "de que la probabilidad de que cuatro niños en una familia mueran por causas naturales es tan improbable que es prácticamente imposible". Además de que nunca presentaron evidencia física que indicara que la madre había matado a los menores.
Al respecto, Carola Vinuesa, profesora de la Universidad Nacional de Australia y una de las signatarias del escrito, explicó esta semana en The Conversation que, al reanalizar los genomas de los Folbigg, los investigadores recientemente encontraron que Caleb y Patrick tenían "dos variantes diferentes, novedosas y raras" en un gen conocido como BSN.
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