SYDNEY - El temor a quedarse sin el servicio "Buscador de Google" se ha apoderado de los australianos tras la amenaza del gigante tecnológico de desactivar su motor de búsqueda en la nación europea si su gobierno insiste en obligarlo, igual que al gigante Facebook, a pagarles a las empresas de medios por tener derecho a usar su enorme contenido.
Ante la sorprendente medida del gobierno de Australia, la Casa Blanca en Estados Unidos le ha pedido que desista de la medida en contra de Google Alphabet Inc y de Facebook Inc, los dos gigantes tecnologicos mas influyente en este mundo.
Una crónica de la agencia de noticias Reuters explica que la amenaza de Google intensifica una batalla con editores como News Corp que están siendo vigilados de cerca en todo el mundo, en tanto que los 19 millones de australianos que usan ambas plataformas ahora estan a punto de sufrir las consecuencias de tampoco poder usar YouTube si s su gobierno aplicaba el nuevo código.
En tanto, en reacción a la amenaza de estos gigantes tecnologicos, Peter Lewis, director del Centro de Tecnología Responsable del Instituto de Australia, ha dicho que el testimonio de Google "es parte de un patrón de comportamiento amenazante que es escalofriante para cualquiera que valore nuestra democracia".
El problema radica en que Australia está en camino de aprobar leyes que harían que los gigantes tecnológicos negocien pagos con editores y emisoras locales por el contenido incluido en los resultados de búsqueda o en las noticias y si no pueden llegar a un acuerdo, un árbitro designado por el gobierno decidirá el precio.
"Junto con el riesgo financiero y operativo inmanejable si esta versión del Código se convirtiera en ley, no nos daría otra opción que dejar de hacer que la Búsqueda de Google esté disponible en Australia", dijo Mel Silva, director gerente para Australia y Nueva Zelanda de un comité del Senado.
Silva no hizo mención de YouTube en comentarios preparados, ya que se espera que el servicio de video esté exento de las revisiones del código el mes pasado.
En tanto, desde el gobierno comentarios de Google provocaron una fuerte reprimenda del primer ministro australiano, Scott Morrison, quien dijo que el país establece sus reglas para "las cosas que se pueden hacer en Australia", significando que no aceptan presiones desde fuera.
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