WASHINGTON.- Debido a que en los últimos días del pasado mayo y en los primeros de este junio se han escenificado varias balaceras mortales, el presidente Joe Biden insistió este viernes en abogar para que el Capitolio tome medidas de control de compra y uso de armas de fuego en Estados Unidos.
Entre las últimas balaceras figuran la protagonizada por un hombre quien les dio muerte a un hombre, a una mujer e hirio a otra y luego se suicidó este pasado jueves en una iglesia del condado Ames, en el Estado de Iowa, dijeron autoridades.
Conforme a lo publicado por el portal The Gazette, antes de cometer el triple crimen, Johnathan Lennie Whitlatch, de 33 años, detuvo su camioneta junto a Eder Montarg, de 22, Vivian Flores y otra mujer justo antes de las 7:00 de la noche, tras lo cual comenzó a dispararles fuera de la iglesia Cornerstone, dijo el sheriff del condado, Paul Fitzgerald.
Manifestó que el hecho ocurrió luego que Whitlatch fue liberado bajo fianza por un problema judicial y que había sido citado a comparecer ante el tribunal este 10 de junio y que en la indagatoria, la Policía encontró el recibo de una tienda de West Des Moines que le fue expedido por comprar municiones una hora antes del tiroteo.
Dijo que investigadores creen que su intención era matar a Montang y que fue al lugar con ese propósito específico que finalmente pudo ver realizado.
Otra tragedia fue la protagonizado por un paciente del hospital del condado de Tulsa, en el Estado de Oklahoma, donde el furioso hombre le dio muerte a tres empleados, incluido el cirujano que le había practicado una intervención.
Sobre esta tragedia, el director de la Policía de Tulsa, Eric Dalglish, dijo que tras cometer los crímenes, el agresor decidió quitarse la vida en la segunda planta del hospital Saint Francis.
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