TOKIO.- Como siempre ocurre en una novela, aunque casi nunca en la vida real, la agencia de la Casa Imperial de Japón confirmó este viernes el casamiento de la princesa Mako con Kei Komuro, un plebeyo y antiguo compañero de clases de la joven, a celebrarse este 26 de octubre, publicaron medios de prensa nacionales e internacionales.
Una vez celebrada la ceremonia, la sobrina del actual emperador Naruhito será privada de su título y pasará a ser una ciudadana común ya que la ley japonesa no permite a las mujeres heredar el trono ni mantener los privilegios reales si su esposo no pertenece a una familia real, explica una cronica de portal ruso de noticias, RT.
Otros portales japoneses han publicado que la princesa y su pareja se conocieron en 2012 en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio , cuando eran estudiantes época en la que Komuro participó en una campaña para promover el turismo de playa en la ciudad de Fujisawa, al sur de la capital, en la que desempeñó el papel del 'príncipe del mar'.
Según la novia, al principio se sintió atraída por la "sonrisa radiante como el sol" de Komuro, quien, con el tiempo, se le reveló a la princesa como "un hombre sincero, determinado, trabajador y con un gran corazón".
Recuentan que la pareja se comprometió en mayo de 2017 con la intención de contraer nupcias un año más tarde y según los portales de noticias del Japon, los padres de Mako, el príncipe Akishino y su esposa Kiko, aprobaron su decisión.
Sin embargo, la boda se ha postergado a raíz de supuestos problemas financieros de la madre del novio, de acuerdo con algunos reportes que atribuyen a la mujer haber tomado un préstamo de aproximadamente 35.000 dólares de su expareja, pero no pudo devolver la suma adeudada, en tanto que Komuro aseguró que el dinero le fue proporcionado como regalo de boda, conforme publica la agencia de noticias Reuters.
Detallan que si bien desde el palacio imperial negaron que hubiera una relación directa entre la demora y la deuda, el príncipe heredero Akishino llegó a expresar que consideraba importante que el problema fuese resuelto antes de que se celebrara el matrimonio.
Sin embargo, la deuda de la madre de Komuro no fue el único asunto que acaparó numerosos titulares en la nación insular, sino que la prensa local también prestó gran atención a las alegaciones de que el novio se ha beneficiado de su relación con la princesa para conseguir entrar a una universidad de Estados Unidos para estudiar derecho.
Por último, Komuro se convirtió en blanco de críticas tan pronto aterrizó en la capital nipona este lunes, por llevar el cabello recogido en una cola de caballo, algo que provocó una tormenta mediática, ya que para muchos japoneses ese peinado no era digno de la apariencia de una persona que está por casarse con una princesa.
"Esta excesiva atención de la prensa, junto con la decisión de la pareja de establecerse en Estados Unidos, donde Komuro ejerce como abogado, les ha adjudicado el apodo de los Harry y Meghan de Japón', en referencia a la situación similar que han enfrentado los duques de Sussex", precisan los portales de noticias relativas a la princesa y su plebeyo.
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