BOGOTÁ .- Increíble, pero es cierto que la colombiana Martha Sepúlveda Campo, una católica de 51 años, esta riendo a boca ancha lo mas que pueda y brome con su hijo y otros familiares mientras ingiere cervezas celebrando que este domingo va a morir mediante la eutanasia.
“Desde el plano espiritual, estoy totalmente tranquila”, dijo la mujer, quien se define a sí misma como “una persona católica, muy creyente”, en una entrevista con la cadena televisiva colombiana Noticias Caracol, noticia que comparten los principales portales de noticias de este mundo.
“En el estado que la tengo [la enfermedad], lo mejor que me puede pasar es descansar”, dijo la mujer a la cadena televisiva, en referencia a la palabra morir, utilizada por el profeta judio Yejoshwa en el Evangelio referida a Lázaro, hermano de Miryam, del poblado Magdala, en Israel..
Detallan que Sepúlveda Campo será la primera paciente con una enfermedad no terminal en recibir la eutanasia en Colombia, un país pionero en el derecho a la muerte digna en América latina y el mundo, pese a que la mayoria son catolicos y la Iglesia se opone a esa forma de acabar con la vida humana.
“Dios no me quiere ver sufrir a mí, y yo creo que a nadie. Ningún padre quiere ver sufrir a sus hijos”, señaló Sepúlveda, quien sufre desde 2019 una enfermedad degenerativa.
Con el paso del tiempo, los síntomas han ido empeorando, al punto que ya no puede caminar sin asistencia tras recibir un diagnóstico de que padece esclerosis lateral amiotrófica, (ELA), una enfermedad del sistema nervioso que va afectando la movilidad del cuerpo, la que muchos pacientes la sobrellevan sin problemas.
El 22 de julio la Corte Constitucional colombiana permitió el procedimiento “siempre que el paciente padezca un intenso sufrimiento físico o psíquico, proveniente de lesión corporal o enfermedad grave e incurable”, precisa la agencia espanola de noticias, EFE, que le ha dado seguimiento al tema.
“Estoy más tranquila desde que me autorizaron el procedimiento, me río más, duermo más tranquila”, contó la mujer, quien ha recibido el apoyo de gran parte de su familia, incluidos 11 hermanos y su hijo que han estado a su lado sólo para hacerla feliz en sus últimos días.
“Necesito a mi mamá, la quiero conmigo, casi que en cualquier condición, pero sé que en sus palabras ya no vive, sobrevive”, contó Federico Redondo Sepúlveda al portal local Noticias Caracol.
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