TOKIO, - Aunque como dice el refrán deportivo, "los que ganan son los que gozan" a causa del covid19 muchos de los atletas que han obtenido las mejores medallas en los Juegos Olímpicos en Japón han disfrutado sus triunfos a media y entre los temores de que se contagien de coronavirus con las alertas de las autoridades sanitarias de que el contagio ha estado aumentando.
Este miércoles, el gobierno advirtió que las infecciones por coronavirus continúan en aumento a un ritmo sin precedentes a medida que los nuevos casos alcanzan un récord en Tokio, eclipsando los Juegos Olímpicos y aumentando las dudas sobre el manejo de la pandemia por parte del gobierno, publica la agencia británica de noticias Reuters.
Detalla que, conforme a las autoridades japonesas, la variante Delta está provocando una propagación de infecciones "no vistas en el pasado", que según el ministro de Salud, Norihisa Tamura, es evidente, por lo que pidio a los pacientes con síntomas más leves que se aislaran en casa en lugar de ir al hospital.
"La pandemia ha entrado en una nueva fase ... A menos que tengamos suficientes camas, no podemos llevar a la gente al hospital. Estamos actuando de forma preventiva en este frente", dijo Tamura durante una comparecencia en el parlamento.
No obstante, señaló la posibilidad de revocar la política, ya que la decisión de pedir a algunas personas enfermas que se queden en casa ha generado críticas de los expertos médicos por poner vidas en riesgo.
"Si las cosas no salen como esperamos, podemos revertir la política", dijo Tamura, agregando que el cambio de política fue un movimiento para lidiar con la expansión inesperadamente rápida de la nueva variante.
Japón ha experimentado un fuerte aumento en los casos de coronavirus y conforme a Reuters, Tokio reportó un récord de 4.166 nuevos casos este miércoles mientras que a nivel nacional, los casos recientemente reportados totalizaron un nuevo récord de más de 14.200, según la emisora pública NHK.
Asimismo, el primer ministro Yoshihide Suga dijo ete lunes que solo los pacientes con COVID-19 que estuvieran gravemente enfermos y aquellos en riesgo de serlo serían hospitalizados, mientras que otros deberían aislarse en casa, un cambio en la política que algunos temen podría llevar a un aumento en las muertes.
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