ROMA.- Los birmanos de Myanmar fueron exhortados este domingo por el papa Francisco a mantenerse unidos, a no desesperarse ante el mal ni mucho menos a dejarse dividir, en medio de las violentas protestas que han estado realizando desde que los militares tomaron el poder ilegalmente en su país.
Ocurrió en medio de una misa especial para la comunidad de birmanos residentes en Italia y luego de que el pontífice visitó el país del sudeste asiático en 2017, la que fue celebrada en la Basílica de San Pedro.
"Su amado país de Myanmar está experimentando violencia, conflicto y represión", dijo el Papa en una homilía redactada con dureza, instando a la congregación a inspirarse en las últimas horas que siguio a la crucifixión del profeta Joshwa (que en hebreo significa salvaor) ocurrida hace mas de dos milenios en Jerusalen, Israel .
"No se resigna al mal, no se deja abrumar por el dolor, no se retrae en la amargura de los derrotados y desilusionados", dijo el Papa en alusión al profeta que fue crucificado por soldados romanos a instancias de rabinos judios tras haber profetizado la destrucción de Jerusalen, ocurrida 40 años después.
Conforme publica este domingo la agencia de noticias Reuters, Myanmar es un país predominantemente budista, el que también es el hogar de menos de 800.000 católicos romanos.
Agrega que el Papa, quien ha sido uno de los líderes mundiales más abiertos sobre la crisis de Myanmar, dijo que la gente no debe perder su fe o esperanza "incluso en la oscura noche del dolor, incluso cuando el mal parece tener la ventaja".
También instó al pueblo de Myanmar a no ceder a "la lógica del odio y la venganza", ni a comprometer sus valores, ademas de recordarles que la unidad es vital.
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