MOSUL,.- A pesar de que la comunidad católica sigue dispersa y menguante en Irak antigua Babilonia, donde todavía sobreviven con precariedades y pese al riesgo que significa la presencia de papa Francisco en este país, han continuado los aprestos para su visita este marzo a la nación árabe, recuerda el portal Temasactualesrd.
Este jueves, una cronica de la agencia de noticias Reuters, firmada pro su corresponsal John Davison, como prueba de la persistencia de estos problemas, cita la existencia todavia de este mensaje yihadista, "Estado Islámico perdura", que sigue pintado en la puerta principal de Thanoun Yahya, un cristiano iraquí de esta ciudad norteña, garabateado por militantes islamistas que ocuparon su casa durante tres años cuando gobernaban la ciudad.
Explica que este cristiano iraquí es visto cerca de su casa que reclamó cuando los militantes del Estado Islámico fueron expulsados, en Mosul, Irak, el 21 de febrero de 2021, pero que se
niega a eliminarlo, en parte desafiando a los militantes que finalmente fueron golpeados por las fuerzas iraquíes, pero también como un recordatorio de que
"Se han ido, no pueden hacernos daño", dijo el hombre de 59 años, sentado en su casa que reclamó cuando el Estado Islámico fue expulsado en 2017.
La crónica precisa que la cruda elección que enfrentan muchos cristianos en Irak, de mayoría musulmana, se destacará durante la primera visita papal a la nación bíblica. El viaje del Papa Francisco se llevará a cabo del 5 al 8 de marzo e incluirá una parada en Mosul.
Destaca que Yahya vendió el taller de metalurgia de la familia para pagar un rescate por su hermano, secuestrado por militantes de Al Qaeda en 2004, en un momento en que los cristianos estaban siendo secuestrados y ejecutados y desde
entonces, ha visto a hermanos irse a países extranjeros y el trabajo y los ingresos se agotan, en tanto que de 20 familiares que alguna vez vivieron en el vecindario, solo queda su familia de seis.
La crónica precisa que los cristianos de Irak han soportado disturbios durante siglos, pero que un éxodo masivo comenzó después de la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en 2003 y se aceleró durante el reinado del Estado Islámico, que brutalizó tanto a las minorías como a los musulmanes, momento en que cientos de miles se fueron a áreas cercanas y países occidentales.
Indica que al otro lado de las llanuras de la antigua Nínive del norte de Irak, hogar de algunas de las iglesias y monasterios más antiguos del mundo, los cristianos restantes a menudo viven desplazados en aldeas que cayeron fácilmente en manos del Estado Islámico en 2014 o en enclaves de ciudades más grandes como Mosul y la cercana autogestión. Región kurda.
El gobierno de los islamistas sobre casi un tercio de Irak, con Mosul como su capital, terminó en 2017 en una batalla destructiva con las fuerzas de seguridad.
"La ruina física y económica permanece. Las autoridades iraquíes han luchado por reconstruir áreas diezmadas por la guerra, y los grupos armados que el gobierno no ha podido controlar compiten por territorio y recursos, incluidos los corazones cristianos", precisa Reuters.
Agrega que los cristianos dicen que se enfrentan a un dilema: regresar a sus hogares dañados, reasentarse dentro de Irak o emigrar de un país que la experiencia ha demostrado que no puede protegerlos.
"En 2014, los cristianos pensaron que su desplazamiento duraría unos días", dijo, citado por Reuters, el cardenal Louis Sako, jefe de la Iglesia Católica Caldea de Irak.
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