PEKÍN.- Las autoridades de China, donde tuvo su origen el coronavirus, no relajan el coronavirus a tal extremo que actualmente inspeccionan las importaciones de alimentos en supermercados, en plataformas de comercio electrónico y en restaurantes para prevenir la propagación del coronavirus a través de productos de la cadena de frío, informa este jueves la agencia noticiosa Reuters.
“La situación actual de prevención y control de la epidemia sigue siendo compleja y austera, y el riesgo de que la enfermedad entre a través de los eslabones de la cadena de frío importados aumenta continuamente a medida que se incrementa el contacto entre personas y mercancías internacionales”, dijo la Administración Estatal de Regulación de Mercados en un comunicado en su página web.
Reuters explica en una crónica que, si bien China ya ha intensificado las pruebas y la desinfección de los productos congelados importados en los puertos y en los mercados locales, aumentando los costes y frenando la demanda, los últimos comentarios de Pekín mostraron que las inspecciones de las importaciones de la cadena de frío no harían más que reforzarse.
Agrega que la medida ocurre luego de que China detectara repetidamente el virus en los envases de productos que van desde los codillos de cerdo de Alemania hasta gambas de Ecuador, lo que ha desencadenado molestas prohibiciones a la importación, incluso cuando la Organización Mundial de la Salud ha garantizado que el riesgo de contraer la COVID-19 a partir de alimentos congelados es bajo.
La administración también ha pedido a las autoridades que registren todas las cámaras frigoríficas para finales de año, según el comunicado, además de que los productos de la cadena de frío importados no pueden ser vendidos en China sin un informe que demuestre que han sido sometidos a una prueba de ácido nucleico para el coronavirus, dijo el regulador, reiterando una política existente.
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