El asombroso aumento de los casos tomó a muchos desprevenidos, con largas colas en algunas instalaciones de pruebas y preocupaciones sobre si el Día de Acción de Gracias causará que más personas se infecten, precisa una extensa crónica del portal Los Ángeles Times publicada este sábado.
Precisa que solo en los siete días hasta este viernes mas de 10 mil 981 personas dieron positivo a la infección en California, cifra que se ha más que duplicado en sólo las últimas dos semanas, lo que es, incluso peor, que el número máximo del pasado verano, al extremo que solo en tres días de esta se han registrado más de 13.000 nuevas infecciones al día.
“Los datos se ven muy mal en este momento. Hay mucha mas gente infectada", dijo la directora de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, Barbara Ferrer, entrevistada por el portal de noticias..
En tanto, destaca la crónica, los funcionarios de la Sanidad temen que la gente no le preste la debida atención a las advertencias y restricciones, evitando las grandes reuniones que tradicionalmente se realizan en el feriado de Acción de Gracias.
Los Angeles Times indican que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han instado a los estadounidenses y extranjeros radicados en la nación norteña a evitar los viajes en días festivos este año, una recomendación de la que se hicieron eco los funcionarios locales y estatales.
El país tiene ahora un promedio de más de 1.300 muertes de COVID-19 cada 24 horas en los últimos siete días, el nivel más alto desde la calamitosa primavera en la ciudad de Nueva York y sus alrededores.
“Mucha gente se congregará y nadie se enfermará y dirán ‘nah, nah, noticias falsas’”, dijo el doctor Mark Dworkin, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Illinois, Chicago. al portal de noticias de este Estado.
“Pero habrá otras familias que serán devastadas y será muy malo para ellas. Si quieres jugar a la ruleta rusa con COVID, estás en tu derecho, pero creo que es una tontería”, advirtió.
Los Angeles Times afirma que las condiciones están empeorando en todo el estado. San Francisco, que hasta hace poco era una historia de éxito de COVID-19, se espera que requiera más cierres debido a que los casos se están disparando.
“Si nuestros números continúan aumentando a este ritmo, podríamos tener cientos de personas en el hospital a finales de diciembre o principios de enero, según nuestros modelos”, dijo el doctor Grant Colfax, director de salud pública de San Francisco.
Pero pocos lugares se enfrentan a una crisis más crítica que el condado de Los Ángeles, donde viven más de 10 millones de personas, el cual ha registrado el mayor promedio diario de casos hasta ahora en la pandemia, con un promedio de 3,613 personas que reportaron nuevas infecciones diarias durante el periodo de cinco días que terminó el viernes, cifra que se ha mas que duplicado en sólo dos semanas - una señal de cómo el virus se está propagando más rápido que nunca.
Igualmente indica que el condado de Los Ángeles registró 4.158 casos este pasado viernes, según un recuento independiente de The Times, un ritmo que pone a la región en riesgo de tener que ordenar más restricciones a las operaciones comerciales, mientras que el día antes reportó el mayor número de casos en un solo día en la historia de la pandemia: 4.943.
Las muertes diarias por COVID-19 también pueden estar empezando a aumentar en el condado de Los Ángeles, ya que en período analizado de siete días que terminó este viernes, un promedio de 22 personas murieron cada día por COVID-19, el peor recuento desde el 1 de octubre, y un aumento del 50% desde principios de la semana.
“Esto es una seria preocupación para todos nosotros. Este nivel de aceleración amenaza nuestro sistema de salud y eso amenaza el cuidado de cada persona en este condado - para las personas que tienen un ataque al corazón, para las personas que necesitan cirugía de emergencia”, dijo Ferrer.
El condado ha anunciado que si el número de casos empeora, planea limitar a los restaurantes a que sólo hagan entregas a domicilio e imponer potencialmente una nueva orden de permanecer en casa similar a la emitida en primavera, conocida como "Safer at Home".
“Sigo esperando que no tengamos que ir a Safer-at-Home, y que podamos en los próximos días empezar a sobrepasar esto. Si no podemos volver a controlar la situación, será lamentable el rumbo hacia el que nos dirigimos: Tendremos que limitar lo más posible las interacciones con personas que no viven en nuestros hogares”, dijo Ferrer.
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