AMÁN.-Fue en este palacio en Jordania, no en Israel, donde el rey romano Herodes Antipas, durante una fiesta para su amada, dio la orden de que le cortaran la cabeza al profeta de los esenios, Juan Bautista, lugar localizado recientemente por arqueólogos, publican este martes periodicos y portales de noticias internacionales.
Varios arqueólogos afirman que han identificado el lugar donde una de las figuras más conocidas del Evangelismo, Juan el Bautista, fue sentenciado a muerte, unos 29 años de la actual era cristiana., informa el portal Live Science, citado por la agencia de noticias rusa, RT en Español.
Se recuerda que en esa época el rey romano no solo gobernaba Israel, sino también el pueblo palestino y Jordania, por lo que dispuso la construcción de varios palacios, incluido este en el desierto de Judea, Israel, pero en terreno jordano.
El patio descubierto por los investigadores es probablemente el mismo lugar donde el rey se deleitó con la danza de Salomé, y donde ordenó la decapitación de Juan el Bautista, atendiendo al deseo de su nueva esposa, escribió Gyozo Voros, director del proyecto "Excavaciones y reconocimientos de Maquertone en el mar Muerto" en el libro "Arqueología de Tierra Santa en ambos lados: ensayos arqueológicos en honor a Eugenio Alliata".
Agrega que "se trata de un patio en la antigua fortaleza Maqueronte, ubicada en la cumbre de una colina en la actual Jordania, que fue descubierto hace 40 años", agrega la publicacion sobre el palacio fue encarcelado y posteriormente ejecutado Juan el Bautista, hijo del sacerdote Zacarias.
Conforme a los evangelios, Juan Bautista fue quien predijo el advenimiento del también profeta Joshwe, quien fue asesinado por orden de Herodes por temor a que aumentara su influencia en la sociedad y en el pensamiento público, afirma el escritor judio-romano Flavio Josefo, pero los evangelios cuentan la historia diiferente..
Relatan que Herodes estaba por casarse con Herodías, una mujer divorciada y Juan el Bautista desaprobó severamente ese matrimonio, po rlo que en la boda, Salomé, la hija de la novia, realizó un baile para el rey romano, lo que le complació tanto que le ofreció que escogiera cualquier cosa como premio y la novia le preguntó a su madre quien le dijo que pidiera la cabeza del profeta judío.
Los evangelios cuentan que Herodes Antipas se mostró reacio a cumplir con la solicitud, pero finalmente lo convencieron y le presentaron la cabeza de Juan el Bautista a Salomé en una bandeja.
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