ANKARA.- El polémico fallo de un tribunal, este viernes, en Turquía, autorizó que la prestigiosa Iglesia Santa Sofia, un emblemático monumento de fama internacional, sea reconvertido en templo musulmán, una decisión que no sólo enfrenta a Grecia y Turquía, sino que genera preocupación internacional por el destino de este patrimonio universal de la humanidad.
La sentencia y, en consecuencia, la información que genera, ha sido destacada por todos los medios de prensa de distintas naciones, lo que a su vez desacredita al sultán Erdogan, precisa el portal Por Siempre Israel en tanto que el portal BBCNews emite otras consideraciones.
"El presidente turco reanuda con la tradición de confrontación religiosa del Imperio Otomano. La comunidad internacional – y en particular Rusia y Grecia – pidieron al islamista Erdogan cambiar de opinión", precisa la plataforma digital Por Siempre Israel.
Sostiene que con la sentencia el Consejo de Estado turco invalidó la afectación tradicional de la basílica Santa Sofía, que era un museo desde el año 1934, fue construida por los bizantinos y ahí coronaban a sus emperadores, la que recuerda que ya una vez fue convertida en mezquita cuando los otomanos tomaron la ciudad en el 1453.
"Es una decisión que también demuestra la reislamización del país y la firme voluntad de Erdogan de acabar definitivamente con el legado laico de Mustafa Kemal Atatürk. Éste era precisamente el que había decidido convertir la basílica en un museo para “ofrecerla a la humanidad”, dice el portal pro Israel.
De su lado, la BBC News sostiene que esa igleisa "es tal vez la construcción más emblemática de Estambul, una colosal catedral en la ribera occidental del Bósforo, con un fantástico domo y minaretes que dominan el panorama y cuyos muros contienen siglos de arte, conflictos políticos, disputas religiosas y efervescencia nacionalista".
Recuerda que, "conocida originalmente como Santa Sofía de Constantinopla, en sus 1.500 años de existencia ha sido lugar de culto tanto para cristianos ortodoxos y católicos como para musulmanes, ha estado bajo dominio de diferentes imperios y sufrido sendas transformaciones".
"Con sus lujosas decoraciones y ornamentos, cuando fue terminada en tiempo récord en 537, se transformó rápidamente en la joya de Constantinopla, la capital del Imperio bizantino -también conocido como el Imperio Romano de Oriente- levantada sobre las ruinas de la ciudad griega de Bizancio", resalta.
De la construcción original no existe rastro, pero trozos de mármol de la segunda -destruida por el fuego durante unas revueltas en Constantinopla en 532- se pueden apreciar en la presente versión, le explica a BBC Mundo, Dionysios Stathakopoulos, profesor de la Universidad de King's College de Londres y especialista en historia bizantina.
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